Cibercultura, ¿realidad o invención?

Me gustaría partir de dos conceptos fundamentales y previos a esta reflexión, Cultura y Cibercultura. Como Cultura entendemos "... ese todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad". Y como Cibercultura "... el conjunto de técnicas, de maneras de hacer, de maneras de ser, de valores, de representaciones que están relacionadas con la extensión del Ciberespacio..."
Considero la relación existente entre Cultura y Cibercultura como una parte de lo que podemos denominar "Cultura Universal", que daría cabida a todos los diferentes matices existentes en la actualidad en el mundo.
Cuando intentamos definir y comparar cualquier Cultura es fundamental tener muy en cuenta las siguientes características:
La Cultura se transmite de generación en generación. Es fundamental en esta primera característica delimitar el concepto de generación tal y como lo podemos considerar dentro del ciberespacio. La "vida" de Internet, entendiendo como vida el tiempo que ha estado más o menos accesible al gran público, es de unos veinte años, periodo que representa en la vida real casi una generación. La "vida", pero, "dentro" del Ciberespacio transcurre a otro ritmo mucho más acelerado de lo que puede transcurrir fuera de él. Es por ello que una generación en términos del Ciberespacio transcurre en un periodo mucho más corto. Podemos hablar de unos cuatro o cinco años por generación. Sin embargo, este paralelismo puede tener algunos puntos discutibles uno de ellos se produce al comparar el número de generaciones que pueden convivir a la vez. Vemos que fuera del ciberespacio no acostumbran a convivir más de tres generaciones a la vez, en el Ciberespacio podrán coincidir más de diez. La mecánica de la transmisión de conocimientos acostumbra a ser de una generación a su inmediatamente inferior, o a lo sumo a la siguiente. En el Ciberespacio, el proceso de transmisión de conocimientos no tiene por que seguir ningún tipo de esquema determinado. Esta posibilidad proporciona un mayor enriquecimiento Cultural al compararse diferentes puntos de vista y grados de conocimiento, con muy pocas probabilidades de que este conocimiento pueda perderse durante dicho proceso. Este último factor, el intercambio transgeneracional, salvo contados conflictos, aporta un gran valor añadido y más si se ve favorecido por las grandes facilidades de intercambio de información que nos ofrece el Ciberespacio.
En el momento de hacer un análisis del proceso de transmisión de conocimientos, nos encontramos con la enorme ventaja de tener a todas las generaciones "delante" de nosotros, ventaja que por otro lado quisieran tener todos los antropólogos Culturales cuando inician cualquiera de sus estudios.
De bien pequeño, toda persona, mediante el aprendizaje, tanto de manera consciente como de manera inconsciente y a través de la interacción con los demás miembros de su entorno, realiza el denominado proceso de endoculturación o integración Cultural de un miembro a su propia Cultura, proceso clave dentro del aprendizaje en el Ciberespacio.
Para poder analizar correctamente el posible impacto cultural en el Ciberespacio hemos de tener en cuenta aspectos tan importantes como el Espacio Personal. Cada Cultura tiene un espacio físico personal diferenciado. Los primeros y más visibles "desarreglos" Culturales se producen en este campo, cuando Internet, y de alguna manera, unifica estas posibles diferencias. Cuando hablamos de Espacio Personal, estamos hablando de un concepto que hace referencia a un espacio físico. Lo podemos asociar al espacio mínimo vital que cada cultura considera necesario para relacionarse de manera normal y fluida con los demás. Si nos trasladamos al ámbito del Ciberespacio, este factor desaparece debido a la inexistencia  del contacto físico. Tendríamos que analizar más profundamente si esta carencia viene compensada por los distintos matices y registros en el área del lenguaje escrito. Si de alguna manera esta posible proximidad o lejanía viene reflejada de manera verbal.
La Cultura es simbólica. El antropólogo Leslie White, definió a la Cultura como "un continuum extrasomático (no genético, no corporal) y temporal de cosas y hechos dependientes de la simbolización... La Cultura consiste en herramientas, utensilios, vestimenta, ornamentos, costumbres, instituciones, creencias, rituales, juegos, obras de arte, lenguaje, etc."  Más adelante White nos dice que el origen de la Cultura se produjo en el momento que el hombre adquirió la capacidad de simbolizar o "de originar libre y arbitrariamente y dotar a la vez de significado una cosa o hecho, y, correspondientemente, (...) captar y apreciar tal significado". Entendemos como símbolo algo verbal o no verbal, inmerso dentro de una determinada Cultura o lenguaje.
Podemos considerar como símbolos más utilizados en Internet a los Iconos. Su iconografía es uno de los factores más determinantes dentro del Ciberespacio. Esta iconografía ayuda a unificar a la llamada Cibercultura de manera muy similar a lo que sucede internacionalmente con las señales de tráfico. Todo el mundo, dentro del Ciberespacio, conoce perfectamente el significado de cada uno de sus símbolos. También podemos citar el caso de los denominados Emoticons o símbolos utilizados por los internautas para expresar su estado de ánimo en momentos y entornos en que se produce una relación más directa entre interlocutores, como es el caso del correo electrónico y de los denominados Chats o conversaciones en tiempo real.
La Cultura es compartida. La Cultura se transmite a través de los grupos a los que se pertenece que son los encargados del proceso de enculturación. El sentimiento de pertenecer a un grupo está claramente marcado dentro del ámbito propio del Ciberespacio. Los cibernautas se sienten ligados e identificados a los demás miembros de esta comunidad y mucho más cuando hablamos de comunidades o grupos de interés o discusión  formados dentro del mismo ciberespacio.[
contradiciendo esta mayoritaria opinión. No deja de ser contradictorio que un proceso que de alguna manera ha logrado revolucionar al mundo de las comunicaciones, sea considerado como paradigma del individualismo y la incomunicación.
El valor de la Iniciativa. "Todo es posible si uno se lo propone". Estaríamos hablando de la reedición del llamado Sueño Americano. El valor de la Iniciativa está directamente relacionado con la posibilidad de un enriquecimiento económico rápido, "todos tenemos la posibilidad de hacernos ricos". Valor por otro lado estrechamente vinculado con el anteriormente comentado del individualismo.
Llegado a este punto, quiero resaltar el origen de la ideología que puede estar detrás del nacimiento de la Cibercultura. Hemos de partir de Estados Unidos de América, país donde nació Internet y donde más peso específico ha ganado la idea de un nuevo espacio para la Cultura dentro de él. Tanto estas características que he destacado como las que comentaré seguidamente, se ven muy reflejadas en lo que Barbrook y Cameron han  llamado Ideología Californiana.  Esta ideología aparece al producirse una alianza espontanea de escritores, hackers, capitalistas y artistas de la Costa Oeste de los Estados Unidos y ha conseguido definir una ortodoxia heterogénea para la naciente era de la información. Esta nueva fe ha emergido de una extraña fusión entre la bohemia Cultural de San Francisco y la industria de tecnología punta del Valle del Silicio. Promovida en revistas, libros, programas de televisión, sitios web, grupos de discusión de Usenet y conferencias de la Red, la Ideología Californiana combina, de forma promiscua, el espíritu despreocupado de los hippies y el ardor empresarial de los yuppies. Esta amalgama de realidades opuestas ha sido posible gracias a una profunda fe en el potencial emancipatorio de las nuevas tecnologías de la información. "Esta visión optimista del futuro ha sido abrazada de forma entusiasta por informáticos tecnófilos (nerds), estudiantes holgazanes, capitalistas innovadores, activistas sociales, académicos modernos, burócratas futuristas y políticos oportunistas a lo largo y ancho de los Estados Unidos".
Igualdad de Oportunidades. Este "socialismo tecnológico" se da solamente sobre el papel ya que los condicionantes económicos previos son determinantes en el Ciberespacio.  Aquí queda clara la vinculación con la ya citada Ideología Californiana, donde subyacen principios y premisas defendidas por los Hippies de la década de los sesenta, muchos de los cuales en la actualidad ocupan cargos de relevancia, tanto en el ámbito político como en el económico.
Liberalismo Político. Este punto lo vemos reflejado en la práctica por la solicitud de no intervención  de las instituciones públicas y así impedir que estas marquen las pautas de funcionamiento dentro del Ciberespacio. Se rechaza cualquier tipo de traba que la ley pueda poner. Se propugna la no-existencia de fronteras ni límites jurisdiccionales. Se detecta también una clara tendencia a la uniformización idiomática teniendo como lengua "Franca" al Inglés. Se rompe claramente con la premisa de la igualdad ya que las demás lenguas parten con grandes desventajas.
Y finalmente destacaría un alto índice de "religiosidad", entendiendo esta religiosidad como una fe hacia la ciencia y la tecnología. A través de ella podremos obtener o acceder a todo, son la "puerta" hacia un futuro mejor. Es el dominio de los denominados Integrados frente a los Apocalípticos.

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